Todavía me acuerdo de aquellos momentos,
el Sol brillaba y la Luna sentía,
todavía recuerdo las tardes de lluvia,
a las siete soñaba y a las nueve dormía.
Mi secreto en tu cofre guardé,
y cobijo en tu alma palpé.
Un verano de historias yo te ofrecí,
canciones repletas de mundos soñé junto a ti.
Niño de cuento de hadas te bauticé,
tu mundo con ella en mi mundo abracé,
pero qué es el vivir sin saber ser feliz,
contigo volví a sentir que llorar no significa sufrir.
Para ti Luis...
Es muy bonito eso, lo mejor de un poeta es que lo que cuenta lo han sentido mas persona a parte de él. Y hace que la gente que lo lee o lo escucha se sienta identificada y en consecuencia: menos sola.
ResponderEliminarSeguire visitando tu blog a menudo, de momento me hago socia, o como se diga eso. xD
Un beso !
Simplemente genial =)
ResponderEliminarJajajaja; Cuenca, el poeta de los versos escondidos, muahhahaha. Sigue así, eres el puto amo ^^. Un saludo a tí y a tu hermano.
ResponderEliminarD'Ostilio Benjamín