martes, 4 de mayo de 2010

El amor de una madre

El dolor también era su dolor, sin poder ayudar
a un hijo que se ahogaba...
Decidió, sin pensar en ley o en Dios,
sólo una razón: su hijo la necesitaba.

Por ti,
por todo
y por nada.

1 comentario:

  1. Dile a ese hijo, que nunca decaiga, que a pesar de ser duros los baches, que mire a su alrededor, porque se y confío en que hay gente que le haga sonreir, dile a ese hijo, que no sabemos muy bien como encontrar la felicidad, pero primero debemos encontrarnos a nosotros mismos, y para eso debes hacer aquello que te haga bien, buscar la paz, buscar...la libertad.

    Le hablaré a mis gaviotas de ese hijo, les diré que necesita un poco de libertad, una dosis que le haga impulsar.

    Meissa

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Desde el principio, desde tu alma... hasta mí