Suceden muchas cosas, pero ninguna se parece a la anterior. Yesterday. Un joven estudiante de Literatura escribe y deja ser leído. Al igual que Arquímedes, yo también he encontrado mi punto de apoyo: la creación.
martes, 4 de mayo de 2010
El amor de una madre
El dolor también era su dolor, sin poder ayudar a un hijo que se ahogaba... Decidió, sin pensar en ley o en Dios, sólo una razón: su hijo la necesitaba.
Dile a ese hijo, que nunca decaiga, que a pesar de ser duros los baches, que mire a su alrededor, porque se y confío en que hay gente que le haga sonreir, dile a ese hijo, que no sabemos muy bien como encontrar la felicidad, pero primero debemos encontrarnos a nosotros mismos, y para eso debes hacer aquello que te haga bien, buscar la paz, buscar...la libertad.
Le hablaré a mis gaviotas de ese hijo, les diré que necesita un poco de libertad, una dosis que le haga impulsar.
Dile a ese hijo, que nunca decaiga, que a pesar de ser duros los baches, que mire a su alrededor, porque se y confío en que hay gente que le haga sonreir, dile a ese hijo, que no sabemos muy bien como encontrar la felicidad, pero primero debemos encontrarnos a nosotros mismos, y para eso debes hacer aquello que te haga bien, buscar la paz, buscar...la libertad.
ResponderEliminarLe hablaré a mis gaviotas de ese hijo, les diré que necesita un poco de libertad, una dosis que le haga impulsar.
Meissa